Hasta el 20 de mayo
Las obras de Mateo Maté que presenta ahora en el CAB, están dotadas de un aspecto formal, en bastantes casos ciertamente lúdico, y de una sorprendente presencia física. Lo que el artista ha hecho es construir a través de la invención del camuflaje los paisajes idílicos de obras de pintores como Corot o de Haes. En este proceso, Maté pone el mordiente en la idea de que el propio arte haya sido “utilizado” históricamente para diseñar los uniformes de los diferentes ejércitos del mundo. Ahora se trata, en palabras textuales del artista, "de devolver al arte, lo que la guerra le ha robado".
Muchas de ellas, nos hacen reflexionar sobre nuestra sumisión, consciente o inconsciente, a las reglas de vida cotidiana impuestas por la creciente neurosis hacia la superprotección de nuestras fronteras y de lo que nos rodea.
El artista no utiliza un lenguaje claro y meridiano; por el contrario, recurre a propuestas cargadas de ironía o sátira, con un código semántico muy sencillo, y con bastante sentido del humor, para hacernos llegar su mensaje de crítica al sistema y, para asimismo, servir de acicate para que reflexionemos sobre su teoría.
Mateo Maté pone de relieve esa especie de militarización de lo doméstico y de la realidad cotidiana que soportamos, no solamente en el hogar, sino en otros ámbitos fuera de éste, como el propio Museo o Centro de Arte Contemporáneo. Otra vez jugaremos a guerra en la selva…
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