28.2.07

Concurso Internacional Arte y Vida Artificial





Tickle Salon es una instalación compuesta, básicamente, por tres partes: un robot unido al techo, una camilla en el suelo y un ser humano tumbado en la camilla.
El robot utiliza una sonda que pende del techo para rastrear y sentir la superficie que tiene debajo. Poco a poco, el robot desarrolla una imagen del cuerpo tumbado en la camilla. Usando su imaginación, el robot es capaz de ejecutar movimientos sensibles sobre la superficie de la piel. Su objetivo es actuar con inteligencia, suavidad e imprevisibilidad.
En la sala hay un ser humano tumbado en la camilla. Entre la camilla y el techo una pequeña bola metálica cuelga suspendida de cuatro hilos. La bola puede moverse de un lado a otro libremente por la modificación de la longitud de los cuatro hilos, lo que se consigue mediante unos motores controlados por ordenador que enrollan y desenrollan el hilo. La bola puede alcanzar cualquier posición en el espacio tridimensional entre la camilla y el techo. En cada momento sabe exactamente dónde está.
Cuando la bola toca la superficie de la piel, el contacto causa una pérdida de tensión en uno o varios de los hilos. Este cambio de tensión es detectado por sensores. El movimiento se detiene y las coordenadas del lugar de contacto en la superficie de la piel quedan registradas en un mapa virtual de ese espacio, dentro del ordenador.
Seguidamente, el robot continúa su exploración, incorporando la información que acaba de obtener en el comportamiento de su movimiento. Al hacerlo, acaricia suavemente el cuerpo mientras, al mismo tiempo, el robot crea y actualiza su imaginación de la forma del cuerpo. Un monitor situado delante de la camilla muestra las imágenes que se van obteniendo de las regiones descubiertas.
En una fase posterior el mapa se podría utilizar también para la interacción con el usuario, permitiéndole a éste indicar sus preferencias, las partes del cuerpo en que desea o no que se le acaricie.
En esta instalación la noción de sensación es ambigua: por una parte, está la sensación del ser humano, que siente el cosquilleo sobre la piel. Por la otra, está la sensación del robot, cuyo único sentido es la bola metálica. El robot trata de formar una representación tridimensional del cuerpo sólo mediante el tacto.
Aqui podrás encontrar un video, donde se muestra su funcionamiento:
http://www.fundacion.telefonica.com/at/vida/paginas/v5/tickles.html

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